España se alista para el cambio al horario de verano, una medida que busca aprovechar mejor la luz natural y, en teoría, reducir el consumo energético.
En la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo de 2025, los relojes deberán adelantarse una hora, pasando de las 2:00 a las 3:00, lo que supondrá una noche más corta y una posible alteración en los hábitos de sueño de muchas personas.
Con este ajuste horario, los días parecerán más largos, ya que amanecerá y anochecerá más tarde.
Esto puede favorecer las actividades al aire libre y reducir el uso de iluminación artificial durante la tarde.
Un debate abierto en Europa
El cambio de hora se implementó hace décadas con el propósito de mejorar el aprovechamiento de la luz solar y disminuir el gasto energético.
En España, esta modificación se realiza dos veces al año, en marzo y octubre, para adaptarse a los horarios de verano e invierno.
Sin embargo, en los últimos años, la continuidad de esta práctica ha generado debate en la Unión Europea.
En 2018, la Comisión Europea propuso eliminar los cambios de hora y permitir que cada país elija un horario fijo. A pesar de ello, no se ha llegado a un acuerdo definitivo, por lo que en España se mantendrán estos ajustes al menos hasta 2026.
Este fin de semana, los ciudadanos deberán recordar adelantar sus relojes para adaptarse al nuevo horario y prepararse para los posibles efectos que este cambio pueda generar en su rutina diaria.